Persigue el bien supremo, que revela
su cántico de sol en alta aurora.No caigas en la bruma tentadora:
que la verdad te guíe con su estela.
No descuides al prójimo: consuela,
con solícitas manos, al que llora.
Haz del mundo una casa acogedora,
sembrando tu minúscula parcela.
Si vives de este modo, siempre humano,
y el corazón jamás te late en vano,
serás, incluso muerto, sol fecundo,
y entonces, aunque nadie te recuerde,
tus hechos dejarán algo más verde
la seca sementera de este mundo.
No descuides al prójimo: consuela,
con solícitas manos, al que llora.
Haz del mundo una casa acogedora,
sembrando tu minúscula parcela.
Si vives de este modo, siempre humano,
y el corazón jamás te late en vano,
serás, incluso muerto, sol fecundo,
y entonces, aunque nadie te recuerde,
tus hechos dejarán algo más verde
la seca sementera de este mundo.
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