(Sátira inspirada en el célebre caso de las monjas clarisas de Belorado, que abrazaron el sedevacantismo para desligarse del arzobispo de Burgos y así facilitar la venta de un convento de su propia congregación)
ya que el euro disculpa su herejía.
Con bula, vendería más de ciento...
y hasta su virgen alma vendería.
No se trata de fe ni sentimiento
sagrado: con sutil hipocresía,
las monjas que simulan descontento
ruegan a Dios portando su alcancía.
Cristo, mira tus vírgenes esposas,
con hábito de Judas, afanosas,
cómo quieren venderte sin reparo.
Pero, si engordan la pesada cuenta
de su banco, felices con la venta...
¡Jesús, al menos hoy te venden caro!
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