¡Cuánto sol acaricia la mañana!
Los muertos amanecen compasivos,pues enjugan el llanto de los vivos
con el azul de su región arcana.
¡Sacude ya, naturaleza humana,
tu ciénaga de males opresivos,
alzando tus legiones de cautivos
en tus alas de estrella soberana!
Si los muertos alumbran azucenas
y el carbono fabrica los diamantes,
hundidos en su légamo profundo,
quizá de noche, rotas las cadenas,
emerjan del escombro, fulgurantes,
otra nación humana y otro mundo.
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