de tus labios impresos en el filo
de una copa, marcados con sigilo,
como pasan efímeras estrellas,
dejando su memoria de centellas
a quien sigue su rumbo, siempre en vilo,
desde el oscuro océano tranquilo,
donde mueren, indómitas y bellas.
Te fuiste lejos, pero no del todo,
pues haré de la copa relicario
que me guarde tu beso de este modo,
logrando que su imagen transparente
me sirva como pálido santuario
para un vestigio del amor ausente.
para un vestigio del amor ausente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario