Hombre caminando solo de noche sobre un puente. Fuente: Vice |
Nunca vayas de monje por la vida:
la gente, sin permiso, te avasalla,
rompiendo con su lengua de metralla
tus alas de gaviota malquerida.
Nunca bajes la frente deslucida:
camina desechando la morralla,
con andares de lúcido canalla,
con la mirada intensa y aguerrida.
No te humilles: aprende resistencia.
No seas un impávido insolente
ni un siervo temeroso y apocado.
No te rindas: prefiere la insistencia.
Llegarás, con el faro de la mente,
donde pocos audaces han llegado.
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