¿Ya sepulto, Simón te desafía?
¿Te da miedo su espíritu, Felipe?
Si lo temes, que el miedo se disipe:
ni a saludarte se levantaría.
Rey azul, ¿te enfurece todavía
que la roja Colombia se emancipe?
Fíngete malo de pesada gripe
y elude tu real descortesía.
Cuando se paseó la gran espada,
¿no podías alzarte del asiento,
fatigoso de eternas vacaciones?
Retírate, sin más, a tu morada,
que, si consagran su magín al cuento,
derrotan a Calleja los Borbones.
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