Alegoría de la vanidad (1632-1636), óleo sobre lienzo de Antonio de Pereda. Museo de Historia del Arte de Viena. |
Nada teme ni espera mi cuidado
sobre el futuro de mis poesías;yo no cultivo modas o manías
de este siglo confuso y agitado.
Los críticos rebosan el mercado,
con su vano pregón de mercancías;
yo, descarte de mil antologías,
ahondo mi camino soterrado.
Sea bien diferente mi alborozo,
diferente mi búsqueda: algún trozo
de sol que va al oeste, rojo y terso,
mientras, en mi calígine, desgrano
la débil fortaleza de lo humano
con la música limpia de mi verso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario