Vistas de página en total

domingo, 14 de julio de 2024

Phenex

El demonio goético Phenex. Fuente: Wikipedia

Suave demonio, fénix de la sombra,
tú desnudas la arcana poesía,
música de los ángeles que nombra
Dios, entre nubes, como luz impía.

Tu voz de niño frágil e inocente
suspende y arrebata los oídos,
pues ella surge, como clara fuente,
de lugares ocultos y prohibidos.

Que nadie escuche tu razón canora
los magos aconsejan, con audacia,
pero, cuando tu leve pico llora,
¿quién sabe sustraerse de tu gracia?

¿Qué no saben tus alas tutelares,
doradas con fulgores de tinieblas?
¿Qué no saben tus ojos, luminares
de los avernos cuya noche pueblas?

Y, cuando pasen mil doscientos años,
piensas que volverás al paraíso,
pero Saturno cría desengaños
con el hacha del tiempo manumiso.

Quizás un ángel guarda tu horizonte,
soleando tus lóbregos conjuros,
ya que Dios, enigmático y bifronte,
reúne bien y mal en claroscuros.

A cada invocación, resurges pleno,
quemando tu santuario de cenizas,
aleteas, indómito y sereno,
y a todos entre músicas hechizas.

Tú llamas al poeta, generoso,
le entregas los tesoros del abismo
y al eco de Satán, escandaloso,
coronas de virtud su malditismo.

Sobre el oscuro limo del pecado,
se ven colores del ausente cielo,
cuando tú lloras, ángel deportado,
soñando tu retorno sin consuelo.

Y ofreces tu divino testimonio,
pues el oído sabe, si te escucha,
que Dios, en fin, es ángel y demonio,
casamiento de espíritus en lucha.

No hay comentarios: