Si yo fuera rey. Óleo sobre lienzo de Jehan-Georges Vibert. |
(A Renzo Fratini, nuncio apostólico en España, que antes de jubilarse pidió al gobierno español que los restos de Franco permanecieran en el valle de los Caídos)
Hablando con el gobierno,
pide el nuncio vaticano:
“Era Franco buen cristiano;
que nadie turbe su eterno
descanso”. Y en el infierno
le responde Satanás:
“Tarde o temprano, sabrás
que Franco vive conmigo,
pues a tu querido amigo,
cuando vengas, lo verás”.
“Y ahora vuelve, Fratini,
para los reinos del papa,
donde levanta su capa
la sombra de Mussolini,
con la Italia de Salvini.
Allí serás bienvenido,
como siervo preferido,
cuando laves, entre sombras,
la mugre de las alfombras
que el Vaticano ha tejido”.
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