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lunes, 26 de agosto de 2024

Vida

Monumento al progreso (1922), grupo escultórico en mármol
de Miguel Ángel Trilles, incorporado al monumento a Alfonso XII
en el parque del Retiro (Madrid). Foto: Antonello Dellanotte (2018)

Cuando miro los cambios de la suerte,
mientras en lunas y batallas crezco,
de pánico sombrío me estremezco,
soñando con los ecos de la muerte.

Si el derroche de Baco me divierte
y a la magia de Venus pertenezco,
sobre mi carne frágil establezco
grandes pasiones para un alma fuerte.

Rehúyo de los mundos imprecisos,
infiernos, purgatorios, paraísos
o ruedas precedentes al nirvana.

Quiero un abrazo, un té y una caricia;
quiero pan, vino, rosas y justicia;
quiero una vida plácida y humana.

sábado, 24 de agosto de 2024

Escritores

Gallinas en un corral. Fuente: www.audacy.com

Asoman escritores a paladas
y, como dan la mano, se dan coces,
armados con bolígrafos atroces
a falta de pistolas y de espadas.

Conversan a temibles puñaladas
y son, apaleándose con roces,
plumíferos implumes cuyas voces
aterran a las aves emplumadas.

Habrá, seguro, quien el santo cielo
se gane, soportando su revuelo
como necio combate de gallinas.

De tan viles, gritones y enojosos,
de tan fieros, altivos y ruidosos,
ni Satán los admite en sus cocinas.

viernes, 23 de agosto de 2024

Diálogo del espejo

La reproducción prohibida (1937). Óleo sobre lienzo de René Magritte.
Museo Boijmans Van Beuningen (Rotterdam).

YO.—Dime qué soy, espejo.
ESPEJO.—                          Solamente
relámpago de luces apagadas,
un tránsito veloz entre dos nadas
que no percibe el cosmos, indolente.

YO.—¿No soy, espejo, nada más?
ESPEJO.—                                    Detente
y escúchame: tus horas, conjuradas,
hacen de las futuras y pasadas
el espacio brumoso del presente.

YO.—¿Soy, tal vez, una copia de los otros,
de los que giran, como raudos potros,
en la arena del tiempo sin descanso?

ESPEJO.—Mira tus ojos y tus labios calla,
pues, en la travesía, Cronos halla
mi azogue como insólito remanso.

miércoles, 14 de agosto de 2024

Confesión

Alegoría de la vanidad (1632-1636), óleo sobre lienzo de Antonio de Pereda.
Museo de Historia del Arte de Viena.

Nada teme ni espera mi cuidado
sobre el futuro de mis poesías;
yo no cultivo modas o manías
de este siglo confuso y agitado.

Los críticos rebosan el mercado,
con su vano pregón de mercancías;
yo, descarte de mil antologías,
ahondo mi camino soterrado.

Sea bien diferente mi alborozo,
diferente mi búsqueda: algún trozo
de sol que va al oeste, rojo y terso,

mientras, en mi calígine, desgrano
la débil fortaleza de lo humano
con la música limpia de mi verso.