Vistas de página en total

lunes, 9 de noviembre de 2020

Dibelunga

La yegua Dibelunga, adquirida por Juan Carlos de Borbón para la infanta Elena y su hija Victoria Federica. Fuente: Facebook

(Ripios para una yegua borbónica, comprada con dineros de dudosa procedencia)

Ya tu imagen oscura
de blanqueada yegua, que no blanca,
llora su desventura,
pagada con los dólares de Juanca.

No temas: los Borbones,
un día, quedarán defenestrados,
como torpes ladrones,
y correrás a solas en los prados,

sin hípicas absurdas,
enseñadas con látigo y espuela,
ni pretensiones burdas,
paridas en establos de Zarzuela.

Dale coces a Juanca
si retorna a sus lares con sordina,
y así, batiendo un anca,
gana trofeos de inmortal equina,

dignos de Rocinante,
mejores que Bucéfalo y Pegaso,
y en furia galopante
destruye monarquías a tu paso.

Yegua republicana,
salta muros, desbócate sin miedo,
cuando pises, ufana,
la tumba del aciago Recaredo.

Libéranos de tantos
gorrones de las arcas oficiales:
no queremos ni santos
ni turbas de parásitos reales.

No hay comentarios: