Tres jueces en sesión (hacia 1862). Grabado de Honoré Daumier. Museo de Bellas Artes de Canadá.
Alfaquíes devotos del rosario,
que sentís añoranza del franquismo,
persiguiendo, con hojas de sumario,
la sombra del eterno comunismo,
perdonáis al idiota millonario
con dosis intragables de casuismo,
pero luego jodéis al proletario
con algún escabroso latinismo.
Si promovéis mentiras colosales
y creáis el derecho como santos,
fabricando milagros judiciales,
harta ya de su impúdico servicio,
de tales desafueros y quebrantos,
incluso la justicia pierde el juicio.
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